Inquietud y sentir de pescadores en Santa Clara: pesquería de curvina

11/15/2011

Fisheries

La opinión de pescadores del golfo de Santa Clara, refleja el común denominador de incertidumbre sobre el manejo y uso actual de la pesquería de la curvina. Estos comentarios se obtienen de pláticas informales durante las actividades realizadas en playa después de la salida de las embarcaciones, durante la espera de su llegada o en casa de los mismos: 1) Con pescadores y pescadores retirados que ahora cuidan pangas y/o tienen a su cargo pescadores que trabajan esa pesquería. 2) Con familiares y “changueros” (gente que trabaja desenmallando, deschurupando [eviscerando los peces], y que pueden venir de otros pueblos). 3) Líderes cooperativistas.

La dinámica de conversación surge por la presencia de un nuevo “actor” (Investigador, técnico y/o biólogo de CMBC en pueblo y playa) ante los ojos de los participantes locales de esta actividad pesquera en el Golfo de Santa Clara. En este sentido los comentarios que aquí se expongan, no corresponden en ningún caso a un punto de vista en particular malintencionado, ni a una entrevista con preguntas dirigidas que pretendan confundir y/o presionar la libertad de expresión de la gente local, por lo que en mayor medida este escrito pretende ser lo más imparcial posible y reflejar dudas e inquietudes del pueblo sin formar ningún juicio al respecto.

La plática se inicia al momento en que un técnico se aproxima a la panga y/o directamente la gente local nos pregunta a qué se debe nuestra presencia. Al principio el personaje local (pescador y/o familiar del pescador) se puede mostrar indiferente, expectante, analítico. En ese momento se explica nuestra presencia y que estamos trabajando sobre una evaluación de la pesquería de la curvina, capturas, datos biológicos, y así mismo hacemos referencia a los resultados obtenidos durante 2009 y 2010. Mostramos trípticos, el conocimiento biológico generado y se comentan las presentaciones realizadas, además de explicar cómo hemos trabajado con pescadores de la localidad. Después de romper esta barrera pueden presentarse dos escenarios distintos: 1) El pescador se retira o nos dice que no quiere participar, 2) Preguntan para quien trabajamos, así como la importancia y utilidad de este estudio.

En el primer escenario el pescador muestra desconfianza y no participa. En el Segundo escenario, se puede esclarecer tal actitud. De alguna manera nos relacionan con inspectores o investigadores de pesca por lo que desconfían de nuestra presencia. Sin embargo, al explicarles que se trata de actividades de investigación científica y académica muestran una mayor confianza y con su plática se desvela la compleja dinámica que desarrolla la pesquería. De esta conversación surgen puntos elementales que se repiten con mayor o menor intensidad en cada encuentro. De tal forma se enlistan de acuerdo a su frecuencia de ocurrencia:

1) Inconformidad con la vigilancia establecida por la reserva que limita áreas de no pesca.
2) Inconformidad por el Precio del producto.
3) Presencia de pangas ilegales en la zona.
4) Corrupción de los actores que aplican los reglamentos pesqueros.
5) Inconformidad, ya que ellos no pueden acceder a zonas como el delta del Rio Colorado en donde el grupo indígena Cucapáh realiza actividades pesqueras.

Sin embargo los comentarios hechos por pescadores mayores y pescadores retirados, así como familiares, aceptan y comprenden la necesidad de cuidar el recurso y de implementar controles sobre esta pesquería. Estos pescadores y familiares de la vieja guardia, exponen la pesquería histórica de la totoaba y como colapsó, los impactos negativos que hace más de 50 años causaron los barcos camaroneros sobre poblaciones de moluscos, invertebrados y peces que integran la fauna de acompañamiento. Señalando principalmente la actividad destructiva de este tipo de pesquerías, así como la disminución de la afluencia de agua dulce del Delta del Río Colorado como agentes causales de primera índole que dañaron las pesquerías.

Comentan que “una pesquería sustentable sería ideal”, pero que el mal funcionamiento de los distintos componentes impiden que se lleve a cabo. Por un lado, consideran que el establecimiento de la zona núcleo y el refugio de la vaquita en combinación con el uso de zonas pesqueras, actualmente, no corresponden directamente a la pesquería de la curvina ni del camarón, creen necesario buscar apoyos para un reordenamiento de la zona de pesca. Así mismo explican que la dinámica en la economía local gira en torno a la necesidad de pesca como sustento principal: de ella depende prácticamente todo el pueblo, genera empleos familiares y una derrama local importante. Al inicio de cada temporada necesitan equiparse con artes de pesca y mantenimiento de sus embarcaciones, para lo cual generalmente no cuentan con recursos y los compradores locales les facilitan a manera de crédito estos suplementos, en dinero o especie; en este sentido pescadores y compradores se respaldan; por lo que los pescadores buscan salir de su deuda de manera rápida y obtener ganancias, e involuntariamente se satura el mercado de producto por lo que el precio de la curvina cae de manera abrupta.

Con esto buscan alternativas, solicitan que se les permita “un día de pesca” en la “zona de no pesca”, que se reevalué la presencia de pangas ilegales. Al mismo tiempo que se promueva la integración de un sindicato de pescadores, que ponga orden y presión para fijar un precio de mercado y abrir nuevas líneas de distribución del producto. Buscar capacitación, apoyo, entrenamiento para dar un mejor trato al producto y algún procesamiento que permita obtener un valor agregado.

Comprender como funciona una pesquería en las costas de México es realmente complejo y no es una tarea sencilla para un investigador, ya que se tendría que ser sociólogo, ecónomo y principalmente pescador para tener una fotografía que cubra las aristas de cada región; sin embargo resulta satisfactorio poder contribuir con ciencia aplicada y confiable que se retroalimente del conocimiento pesquero de cada comunidad. Para poder lograr eso es necesario ser claros y transparentes durante el desarrollo de la investigación, poner en primer plano necesidades locales, respetar el conocimiento de los pescadores, entregar avances y resultados a tiempo.

Con esto es sumamente importante que la comunidad participe de manera integral en el desarrollo de propuestas encaminadas a la búsqueda de un manejo sustentable.

Cuando se rompa la barrera del lenguaje científico, se traduzca al idioma del pueblo que nos alimenta y se nutra con su conocimiento, la aplicación útil de la ciencia avanzara un minuto más rápido en las expectativas sustentables.

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Autores:
Biol. Mar. & M.C. Manuel Calderón Parra.
Biol. Mar. & M.C. Ismael Mascareñas Osorio.


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