Individuos y organizaciones han hecho suya la misión de conservar la riqueza natural del Parque Nacional de Cabo Pulmo. La comunidad se ha dedicado a desarrollar una economía local basada en el uso no-extractivo de la biodiversidad ya que para los habitantes de la comunidad, Cabo Pulmo es mucho más que un arrecife; es un ejemplo tangible de los beneficios ambientales y económicos que brindan los ecosistemas saludables. La familia Castro se ha dedicado a desarrollar y fortalecer programas de actividades que buscan cuidar a las especies que visitan esta zona, desde garropas y tiburones, hasta tortugas marinas.
Como presidenta de la Asociación Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo comencé a trabajar motivada por el deseo de mi comunidad de contribuir a los esfuerzos de conservación de la tortuga golfina (Lepidochelys olivacea). Nos dimos cuenta de la importancia de estar organizados para poder recibir los recursos y el apoyo necesario para trabajar en un proyecto para proteger nidos de tortugas durante las temporadas de anidación. Colaboramos con el Grupo Tortuguero de las California para establecer un programa de monitoreo de los nidos de tortugas con el objetivo de incrementar el número de nacimientos. Además, este programa ha permitido que niños, jóvenes y adultos participen en este esfuerzo y ofrece la oportunidad de convivir con estos animales y aprender sobre la importancia y la fragilidad de procesos naturales.
A lo largo de la última década hemos avanzado y lo que comenzó como un proyecto que protegía a las tortugas, se ha convertido en un esfuerzo de protección que abarca todo el sistema de arrecife que genera un beneficio económico para toda la comunidad. Organizarnos como comunidad no fue fácil, sin embargo estábamos convencidos de que debíamos dejar de pescar y mejor dedicarnos a proteger los recursos naturales. Fueron muchos riesgos los que tomamos y le apostamos a la conservación sin saber cuáles serían las consecuencias. El cambio fue notorio, no somos millonarios pero el cambio es obvio. Recuerdo que solíamos esperar en la playa a que regresaran los hombres de pescar y muchas veces regresaban con las manos vacías. Regresaban hambrientos, con sed y frío; era triste verlos regresar así al pueblo. Ahora organizamos tours y es gratificante ver a las personas contentas después de visitar el arrecife y haber tenido una experiencia así. Esos momentos me confirman que apostarle a la conservación y al cambio fue una buena decisión.
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Judith Castro es Presidenta de Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo y vive en Cabo Pulmo. Dedica su tiempo a trabajar con una gran variedad de grupos dedicados a temas de conservación, así como con investigadores y autoridades.